A diario en nuestro trabajo de office coffee service o vending recibimos sugerencias esperando una respuesta inmediata…
“Lo que os pido no es complicado y esto seguro que no cuesta nada…” sentencia la sugerencia…
No cabe ninguna duda, que en estos tiempos, a menudo confundimos la magia con los avances tecnológicos. Tal cual lo expresaba Umberto Eco en “el mago y el científico “.
Quiero un espresso y lo tengo…mmm pero un poco más largo y con un poco de leche y le doy al botón …luego sirope de vainilla, etc.
El avance tecnológico de una máquina de café automática se presume como mágica, como algo que puede pasar de la causa al efecto de forma inmediata. La tecnología ha logrado un efecto mágico sobre nuestras vidas pero también nos ha vuelto mas impacientes cuando la varita mágica no funciona o falla o tarda más de dos segundos .
Nuestra sociedad esta hipnotizada por la velocidad y nos olvidamos de valorar cómo y por qué tenemos la posibilidad y fortuna de tomar un café con solo pulsar un botón.
Que un producto de calidad para prepararse necesita un tiempo, un cuidado y que cumpla con estándares de sostenibilidad. Esto no es un trabajo de magos, sino de científicos, botánicos, cultivadores y operadores de máquinas que hacen todo lo posible para dar la mejor solución en taza.
Esto hacemos en futuro café todos los días…. ah! Y como si fuera por arte de magia….